En pleno siglo XXI, nos encontramos ante una fiebre de conceptos tales como inteligencia emocional, empresas saludables, la felicidad en el trabajo, en fin, todas esas ideas que tanto gustan y que parecen ir mucho más allá de los conceptos clásicos de seguridad laboral tradicional. Se diría que ya hemos superado los riesgos que afectan al “cuerpo” y nos podemos dedicar enteramente a los males del “alma”.
Por eso hay imágenes que hacen tanto daño y nos devuelven a la cruda realidad. Basta con observar cómo se obvian los más elementales criterios de seguridad y confort en las nuevas construcciones. Nuestros insignes arquitectos siguen dando mucho trabajo a los profesionales de la prevención. Será por eso que además les dan premios.
He aquí tres botones de muestra:
1. Materiales de cubierta con efecto invernadero, exceso de superficies acristaladas.
2. Estructuras que favorecen las cargas estáticas.
3. Difícil accesibilidad para mantenimiento y limpieza de paneles.
Podríamos ver muchos más ejemplos, por lo que debemos preguntarnos: ¿La arquitectura ha de rendirse a la estética o puede ser también ética?, ¿Son incompatibles ética y estética?, ¿No puede haber edificios bellos y seguros?, ¿Hemos de rendirnos ante la arquidictadura?, ¿La normativa laboral no debe tenerse en cuenta cuando se diseña un edificio?, ¿No son en definitiva todos los edificios lugares de trabajo para personal de mantenimiento, por ejemplo?
Todavía nos encontramos muchas cubiertas sin protección perimetral aún habiendo aparatos de clima a los que acceder en las mismas. En mucha ocasiones se alude a motivos estéticos. Sin embargo, parece que nuestros antepasados tenían esta cuestión bien resuelta. Veamos:
¿Alguien puede decir que esta barandilla en la azotea afea el edificio?
¿En los lugares de trabajo no habría que garantizar siempre un diseño preventivo en origen?:
- Instalaciones accesibles de forma segura y ergonómica: azoteas, aparatos de clima, placas fotovoltaicas, superficies acristaladas…
- Espacios de trabajo con correcta iluminación, temperatura, humedad y ventilación.
- Estructuras insonorizadas cuando se prevé riesgo de ruido.
- Previsión de espacios comunes: espacios para reunirse, espacios para relajarse, instalaciones para poder hacer videoconferencias y evitar desplazamientos, office…
- Instalaciones y mobiliario ergonómico y que evite la lipoatrofia, pavimentos que eviten los ácaros…
- Facilidad para la evacuación.
Pensemos en ello.
Un saludo!
Equipo Full Audit.