La gobernanza empresarial ejerce un papel fundamental en el bienestar organizacional al establecer los principios y normas que rigen la estructura, los integrantes y el funcionamiento de los órganos de gobierno de una empresa. A través de un sólido marco de gobernanza, las organizaciones pueden promover un entorno de trabajo saludable, ético y transparente que contribuya al bienestar de sus empleados y al logro de objetivos compartidos.
La importancia de una gobernanza empresarial efectiva trasciende los límites de la organización y se alinea con objetivos globales de desarrollo sostenible. En este contexto, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 16 de las Naciones Unidas, «Paz, Justicia e Instituciones Sólidas», se destaca como un pilar fundamental. Este ODS promueve la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitando el acceso a la justicia para todos y construyendo instituciones eficaces, responsables e inclusivas en todos los niveles. La buena gobernanza empresarial se alinea directamente con este objetivo, ya que implica el establecimiento de normas éticas, transparentes y responsables que fomenten la paz social, la justicia y la equidad dentro y fuera de la organización. Al incorporar los principios del ODS 16 en su enfoque de gobernanza, las empresas no solo promueven el bienestar de sus empleados, sino que también contribuyen al avance de la agenda global de desarrollo sostenible.
El Modelo MBO de Bienestar, que se centra en el bienestar mental, físico, emocional y social de los empleados, encuentra en la gobernanza un aliado clave para su implementación efectiva. La dimensión de gobernanza proporciona el marco necesario para garantizar que las políticas y prácticas relacionadas con el bienestar estén alineadas con los valores y objetivos de la empresa, y que se tomen decisiones coherentes y éticas en su implementación.
La transparencia y la integridad en el proceso de toma de decisiones son pilares esenciales de una buena gobernanza, lo que implica que los empleados confíen en las acciones y políticas de la empresa relacionadas con su bienestar. De hecho, la transparencia suele ser uno de los aspectos que mayor repercusión tiene sobre la percepción de bienestar percibida por las personas trabajadoras.
Además, la eficiencia en la gestión de recursos y el cumplimiento de requisitos legales y compromisos adquiridos garantizan que se asignen adecuadamente los recursos para promover el bienestar de los empleados.
Un buen gobierno corporativo también regula las relaciones entre las distintas partes interesadas, incluidos los empleados, lo que facilita la colaboración y la participación activa en la promoción del bienestar organizacional. En resumen, una sólida gobernanza empresarial crea un entorno propicio para el bienestar de las personas trabajadoras al garantizar la transparencia, la integridad y la eficiencia en la gestión de políticas y prácticas relacionadas con el bienestar.
A modo de conclusión, puede decirse que para lograr el bienestar de las personas trabajadoras y las organizaciones, se requiere de estrategias de buen gobierno articuladas sistémicamente, que impliquen atención a todas las variables y sus relaciones, así como al entorno en el que se desenvuelven.
Elena Castro – OHSE Lead Auditor