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Prevención 4.0. ¿Cuáles serán los riesgos laborales de la cuarta revolución industrial?

«Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes», vaticina Klaus Schwab, autor del libro «La cuarta revolución industrial.

Foto: Christoph Roser at AllAboutLean.com.

Esta revolución, también llamada 4.0 sigue a los otros tres procesos históricos transformadores:

  • Primera Revolución Industrial (1.784): Máquinas de vapor. Uso del agua como insumo industrial. Proliferación de equipos mecánicos en las áreas de producción. Desplazamiento de mano de obra no calificada, desde el campo hacia las ciudades. Mayor bienestar social.
  • Segunda Revolución Industrial (1870): Especialización funcional y división del trabajo. Uso de la electricidad. Auge del motor de combustión interna. Producción masiva y en serie. Acceso de la mano de obra no calificada a los bienes de producción.
  • Tercera Revolución Industrial (1969): Auge de dispositivos electrónicos. Tecnologías de Información se diseminan en distintos ámbitos laborales. Surge la Dirección por objetivos. Auge de sistemas de control de calidad. Implantación de líneas automatizadas de Producción.

Ahora, la cuarta revolución  trae consigo una tendencia a la automatización total de la manufactura, aparecen las redes neuronales, robots y aplicaciones de inteligencia artificial. La toma de decisiones se hace en ambientes donde coexisten maquinas cognitivas y personas y habrá procesos enteramente gestionados por máquinas.

La incertidumbre de cómo la cuarta revolución industrial afectará a la seguridad y salud de los trabajadores, es un punto inquietante, que en el post de hoy analizamos centrándonos en dos aspectos:

Las propias condiciones de seguridad de las máquinas inteligentes y cómo puede verse afectada la seguridad del trabajador con el que colaboren.

Los robots colaborativos están diseñados para funcionar en un espacio de trabajo compartido con los trabajadores y sin la necesidad de las protecciones convencionales como jaulas o barreras fotoeléctricas. Su diseño exterior integra además otras características que le confieren seguridad como geometrías redondeadas, superficies lisas o componentes deformables o elásticos.

Pero además, se puede limitar la velocidad, aceleración y potencia del robot. Para detectar colisiones se pueden integrar sensores de corriente, fuerza, torsión. Se puede ajustar el movimiento en tiempo real del robot con sensores táctiles y de proximidad.

A diferencia de lo que ocurre con los robots convencionales, para los cuales, la normativa de la Unión Europea obliga a dotar a todo el área de alcance del robot industrial, de un perímetro de seguridad suficientemente dimensionado que evite el acceso del trabajador al robot cuando esté en operación, en el caso de los robots colaborativos su aportación está justamente en lo contrario: trabajan codo a codo con el trabajador. En lo que se refiere a la normativa que debe cumplir este tipo de robots, la norma ISO / TS 15066: 2016 especifica los requisitos de seguridad para los sistemas de robots industriales de colaboración y el ambiente de trabajo.

Sin embargo, si los consideramos como equipo de trabajo, habrá que plantearse si todos los requisitos del RD 1215/1997 tienen sentido en un robot colaborativo. “Dotar de resguardos o dispositivos que impidan el acceso a las zonas peligrosas (normalmente entendidas como aquellas en las que el robot pueda tener movimiento) o que detengan las maniobras peligrosas antes del acceso a dichas zonas” o “La puesta en marcha de un equipo de trabajo solamente se podrá efectuar mediante una acción voluntaria sobre un órgano de accionamiento previsto a tal efecto” tendrán seguramente que replantearse en el escenario 4.0.

La incidencia de los cambios descritos en los riesgos psicosociales de los trabajadores que coexistan con las llamadas máquinas cognitivas.

El último foro económico de Davos ya advirtió de que la conocida como Cuarta Revolución Industrial va a causar que el 65% de los niños que ahora estudian primaria trabajen en profesiones que todavía no existen. Es decir, el futuro nos espera con empleos que no existen, en lugares de trabajo que utilizan tecnologías nuevas. Todo un reto para cualquier prevencionista.

Desde el punto de vista psicosocial no hará falta esperar demasiado para presenciar los efectos que la incertidumbre del futuro escenario laboral dominado por la inteligencia artificial puede generar. La convivencia profesional con los robots llevará a la desaparición de empleos por causas tecnológicas.  Se estima que la cuarta revolución podría acabar con cinco millones de puestos de trabajo en los 15 países más industrializados del mundo.

¿Qué pasará cuando tu compañero de trabajo sea un robot? Compartir la jornada laboral con máquinas en lugar de personas será uno de los cambios a los que hacer frente. En general, los profesionales de recursos humanos coinciden en que la mejor forma de adaptarse es explotar las habilidades y cualidades que una máquina nunca va a poder tener y que se convertirán en el auténtico valor añadido de las empresas. Estas habilidades son todas aquellas en las que intervienen la emoción y los sentimientos.

Está clara la futura necesidad de modificar también los métodos actuales de evaluación sobre los riesgos psicosociales, ya que los parámetros a valorar cambiarán también significativamente.

Y vosotros, ¿cómo pensáis que será prevención 4.0?

Un saludo.

Equipo Full Audit.

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