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Entrevista a José Antonio Ruiz Zumárraga – Health&Safety Manager en NH Hotel Group

Entrevista a

José Antonio Ruiz Zumárraga

Cargo

Health&Safety Manager

Empresa

NH Hotel Group

Han pasado muchos años desde la promulgación de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y el papel de los profesionales de la seguridad y salud en el trabajo ha cambiado mucho en estos años. Usted, que es un profesional con una dilatadísima experiencia y que ha pasado por empresas punteras de su sector, ¿Cuál cree que es el posicionamiento actual de los mismos y los principales retos a los que se enfrentan?

Afortunadamente, el rol y el posicionamiento de los profesionales de la Seguridad y Salud laboral ha cambiado mucho desde la publicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Esta ley, que trajo muchos cambios positivos pero tiene muchas áreas de mejora (como indicaré posteriormente), puso de relevancia la necesidad de primar la seguridad y salud de lo que, para mí, es el activo más importante de cualquier empresa: sus empleados.

La ley consiguió que muchas empresas tomasen conciencia de esta necesidad y fueran adaptando y creando estructuras para dar esa cobertura y protección. Fue un camino largo, arduo y muy complicado. Y debo decir que, 27 años después, bajo mi punto de vista la Ley de Prevención no ha conseguido todos los objetivos que tenía cuando se publicó. Hay que separar lo que ha ocurrido en grandes corporaciones y también en medianas y pequeñas empresas que conforman la inmensa mayoría de nuestro tejido empresarial.

Las grandes empresas, por lo general aunque hay excepciones, han ido integrando la Seguridad y Salud Laboral en sus estructuras, políticas y cultura empresarial. Y eso ha sido gracias al trabajo incesante de los prevencionistas que también hemos tenido y hemos sido capaces de cambiar nuestros roles, adaptarnos y convertirnos y hacernos ver como partners de nuestras empresas, dejando atrás la imagen de “inspectores” o “policías”. Pero la situación en medianas y pequeñas empresas, por lo general, es muy distinta. Estas empresas, por unos motivos o por otros, todavía no han integrado de una forma efectiva la Seguridad y Salud de sus empleados en su ADN empresarial y siguen recurriendo a Servicios de Prevención Ajenos ya que siguen viendo este ámbito como un mero requisito normativo, una obligación legal que hay que cumplir y que muchas veces se entiende que el cumplimiento termina con la contratación de estos Servicios sin ir mas allá.

La posición actual de los técnicos de estos Servicios de Prevención Ajenos es muy complicada. Asumen cargas de trabajo muy elevadas y dan cobertura, en muchas ocasiones, a un número excesivo de empresas lo que les imposibilita prestar un adecuado servicio asumiendo, a la vez, importantes responsabilidades legales. En resumen creo que todavía nos queda mucho trabajo por delante y mucho camino por recorrer. Debemos seguir “reinventándonos” y adaptándonos a esta nueva realidad tan cambiante (como ya hemos demostrado durante la crisis sanitaria de la Covid-19), demostrando a la empresa que somos sus socios, que no somos inquisidores y que nuestro trabajo y una adecuada cultura preventiva son imprescindibles para el éxito de cualquier compañía. Pero también necesitamos ayuda.

Si bien la Ley de Prevención supuso un salto cuantitativo y cualitativo en el modo de ver y afrontar la necesidad de cuidar al empleado, la ley debe adaptarse a la nueva realidad en la que vivimos, las nuevas formas de trabajo (teletrabajo, trabajo híbrido, nuevas tecnologías…) y también adaptarse a los distintos tipos y tamaños de empresas. Es una ley, en muchos casos, complicada y compleja de cumplir no solo para grandes corporaciones sino, especialmente, para pequeñas y medianas empresas. Es una ley que, por desgracia, genera mucha burocracia, muchos “papeles” en los que muchas veces se pone el foco, perdiendo de vista lo realmente importante que es la seguridad y salud de las personas trabajadoras. Los profesionales necesitamos un herramienta legal que sea efectiva, adaptada y adaptable a los tiempos y realidades que vivimos, y que nos permita a nosotros y nuestras empresas crear una verdadera cultura preventiva que forme parte indisoluble del ADN empresarial.

Covid-19 ha supuesto un antes y un después, tanto en las empresas como en la sociedad. Hemos vivido un par de años durísimos, llenos de incertidumbre, miedo y mucho trabajo. Sin embargo, una vez superado (si no socialmente, al menos técnicamente) el gran reto de la Covid-19, ¿Cuáles cree que deben ser los elementos sobre los que las empresas deben focalizar sus esfuerzos en materia de seguridad y salud en el trabajo en los próximos años?

Efectivamente, lo que hemos vivido estos dos últimos años y medio es una distopía propia de una película de catástrofes y que nadie esperaba. Unos años durísimos para todos y, especialmente, para los profesionales de la Seguridad y Salud laboral a los que el Gobierno y las Autoridades Sanitarias pusieron el foco desde el principio de la crisis sanitaria. Han sido unos años en los que hemos tenido que aprender, adaptarnos constantemente y reinventarnos. Y trabajar, en muchos casos, sin recursos. Estos años nos han enseñado a todos la verdadera importancia de la salud, de cuidarnos no solo a nosotros sino también de los demás.

Durante esta etapa la Seguridad y la Salud se ha puesto en un primer plano. Se ha visto como una verdadera necesidad no solo, obviamente, para preservar la salud de la gente, sino también para asegurar la continuidad de las compañías. Y esta situación, esta visión no se puede perder. Creo que la pandemia nos ha dejado muchas enseñanzas que debemos incorporar a nueva vida personal y laboral. Y las compañías deben seguir focalizando y priorizando la seguridad y salud de sus empleados tal y como lo hicieron durante estos dos últimos años. Pero el camino que nos queda por delante es complicado y no soy muy optimista por varias razones. La primera es el “relajamiento” que estamos experimentando todos.

Estamos cansados, hartos de las restricciones y estábamos deseando recuperar nuestra vida. Y esto, me temo, también se ha visto reflejado en las direcciones de las compañías. Le hemos perdido el miedo, el respeto al virus y estamos olvidando (creo que es un mecanismo de supervivencia) todo lo que ha pasado. Y esto es un problema. Por supuesto que es fundamental y necesario recuperar nuestras vidas, pero debemos aprender de las enseñanzas que nos ha dejado la pandemia, para no volver a caer en los mismos errores, para que nuestra salud, nuestra seguridad sean lo mas importante. Y por otro lado, el futuro que nos espera por el contexto geopolítico actual y la crisis energética originada en parte por la guerra en Ucrania, no es muy halagüeño. Esto puede devolvernos a una crisis global como la vivida en 2008. Y, por desgracia, las crisis impactan muy negativamente en la seguridad y salud de las personas trabajadoras. Por tanto, ahora es el momento de seguir poniendo el foco en la salud de nuestra gente, tal y como lo hemos hecho en estos últimos años. Solo de esta forma, las compañías serán más fuertes y podrán resistir mejor los efectos de lo que venga.

Es más que innegable que la Sostenibilidad se ha convertido en una gran palanca de cambio en el diseño de las estrategias de negocio. En este sentido, desde Full Audit, trabajamos con nuestros clientes, acompañándolos en el reposicionamiento de la Seguridad y Salud en el Trabajo como un área estratégica del negocio mediante el aprovechamiento de las sinergias que surgen con las áreas de sostenibilidad. En su experiencia, ¿cree que este nuevo enfoque de gestión está afectando a la conceptualización y posicionamiento de la Seguridad Laboral en nuestro tejido empresarial? en ese caso, ¿cómo se podría contribuir desde el Área de Seguridad y Salud en el Trabajo al aporte de valor en el cumplimento de los criterios de sostenibilidad?

La Seguridad y Salud Laboral siempre ha sido un área trasversal. Afecta a todos y cada uno de los ámbitos de la empresa. Y, por supuesto, es necesaria e imprescindible para asegurar la sostenibilidad de la empresa. De hecho, en la Agenda 2030 se incluyen ODS como el 3 y el 8 íntimamente ligados a la Seguridad y Salud Laboral. Por lo tanto, Seguridad y Salud Laboral y Sostenibilidad deben ir, indefectiblemente, de la mano. Como decía al principio, los prevencionistas nos hemos sabido adaptar y hemos evolucionado desde la publicación de la Ley de Prevención en 1995. Ya no hablamos de seguridad y salud laboral, hablamos de salud y bienestar, de empresa saludable. Nuestro objetivo no solo es la seguridad y salud en el trabajo sino la seguridad integral de las personas, en todos los ámbitos. Y esto es un requisito indispensable para que una empresa pueda ser sostenible. Por lo tanto, debemos abrir nuestro campo de visión y orientar nuestros esfuerzos para conseguir, desde unas adecuadas políticas en seguridad y salud, que nuestras corporaciones perduren en el tiempo de una forma sostenible.

“Conozco a Jose Antonio desde algo antes de 2013, primer año en el que llevamos a cabo la Auditoría Legal de Prevención de Riesgos Laborales en el Grupo NH. Desde entonces no he dejado de sentir un tremendo aprecio y admiración por una persona y profesional con unos valores encomiables, un elevado nivel competencial y unas tremendas ganas de innovar, mejorar continuamente y cuidar de sus compañeros.”

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