¿Sabías que recientemente se ha publicado, por parte del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) el estudio técnico sobre el Impacto de la COVID-19 en los programas de Promoción de la Salud en el Trabajo?

De nuevo, pone el foco en los Programas de promoción de la salud en el trabajo (PST) como eje en el que pivotan las necesidades de los empleados, que ya no se conforman con proteger su salud en el ámbito laboral, sino que lo amplían a los ámbitos personal, familiar y social.

Las principales conclusiones del estudio son:

• Los programas de PST, además de contar en su mayoría con el compromiso de Dirección, son percibidos como un elemento mitigador del impacto de la pandemia en la empresa.
• Se detecta la necesidad de fortalecer los programas PST, por delante de la protección y la prevención que habían imperado hasta el momento, así como enfocarlos hacia la salud mental e incrementándose la realización de actividades en remoto.
• Se ha producido un cambio en la percepción del concepto de “salud”, entendiéndose ahora con un concepto más holístico considerando el entorno personal, familiar y social, y poniendo en valor una mirada más comunitaria de los programas de PST.
• La salud física y, especialmente la mental, preocupan ahora más que antes de la pandemia, y esto ha ayudado a reducir el estigma de la salud mental.
• En relación con otros ámbitos de la PST, la formación e información sobre hábitos saludables, promoción del ejercicio físico, la alimentación saludable y la ergonomía han tenido una percepción de impacto positivo menor (aunque no debemos perder de vista que a raíz de la pandemia han aumentado los niveles de sedentarismo y esto ha hecho aparecer nuevos riesgos emergentes derivados del teletrabajo, como los ergonómicos).
• La pandemia ha impactado en las acciones previstas en los programas de PST, adaptándose a la situación, e incluso se han activado nuevos recursos orientados a la salud, al bienestar y al entorno de las personas que no figuraban en los programas iniciales de PST.
• La formación y la información son dos elementos clave para mitigar el impacto de la pandemia, siendo especialmente positivo debido a la necesidad de disponer de disposiciones normativas, aplicación de estas, y procedimientos en relación con la forma de actuar frente a la pandemia.
• El teletrabajo es percibido de forma positiva en relación con el funcionamiento de los programas de PST ya que, el rediseño de ciertas acciones a la modalidad de trabajo no presencial puede aumentar la participación. No obstante, se perciben riesgos como problemas ergonómicos, de conciliación, relajación de los hábitos saludables, aislamiento o la conexión constante con el mundo laboral y que pueden afectar la salud física y mental de las personas.
• La comunicación es percibida como un elemento clave para la promoción y protección de la salud de las personas trabajadoras.
• Se ha acelerado el proceso de aprendizaje personal y colectivo, reforzando el sentimiento de colectividad dentro de las empresas.

La conclusión es clara: Las empresas deben prepararse para futuros retos de la PST.

Las recomendaciones que propone el INSST para facilitar a las empresas la adaptación de sus programas de PST a los retos actuales y prepararse para los retos futuros se estructuran en 6 ámbitos:

Salud

• Poner el foco en la dimensión comunitaria.
• Cambiar la mirada de la salud laboral hacia la salud de las personas.
• Promocionar acciones enfocadas a la mejora de la salud mental y emocional.
• Evitar las consecuencias negativas asociadas con el sedentarismo, diseñando estrategias para disminuir el tiempo que pasan sentados los empleados/as.

Participación

• Reconocer, fortalecer y darle mayor importancia a las aportaciones de las personas que conforman la empresa.
• Fomentar mecanismos de participación virtual igual de eficaces o mejores a los presenciales.

Recursos

• Poner en valor los activos en salud de la empresa, y a la misma empresa como un activo en salud de la comunidad.
• Proporcionar asistencia para evaluar y gestionar los factores de riesgo para la salud y la seguridad de los entornos de teletrabajo.
• Adaptar los programas de PST a la no presencialidad.
• Elaborar el Plan de Contingencia para Emergencias, resultado de lo aprendido.
• Fomentar el carácter integral de los programas PST, incluyendo acciones que abarquen factores personales, ambientales, organizacionales, comunitarios e informativos.
• Promover la implantación de Programas de Ayuda al Empleado como una herramienta de protección y promoción de la salud.

Programas de formación

• Formar a las personas trabajadoras en buenas prácticas en el teletrabajo para evitar riesgos ergonómicos y psicosociales.
• Apoyar y priorizar acciones formativas dirigidas a promover la salud mental y emocional mejorando la rapidez y la efectividad de la respuesta a posibles futuras crisis.
• Incluir programas de formación en resiliencia en las actividades de promoción de la salud de la empresa.
• Dotar a las personas de la información y las herramientas necesarias para tomar decisiones más saludables.
• Reforzar la educación sobre seguridad epidémica, estableciendo directrices contrastadas de autoprotección de los/las empleados/as y aumentar la conciencia sobre la seguridad y la prevención de riesgos.
• Priorizar las medidas de refuerzo de la higiene, para que las personas trabajadoras dispongan de un entorno de trabajo que reduzca el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas.

Comunicación

• Fomentar la comunicación y la cooperación entre las personas trabajadoras y las directivas.
• Fomentar la comunicación interna y con la comunidad y sociedad como elemento clave en la promoción de la salud de la empresa.
• Establecer un mecanismo de comunicación de información positiva hacia los/las empleados/as, con el soporte de las nuevas tecnologías.

Responsabilidad social

• Poner en valor la responsabilidad social de las empresas como elemento de corporativismo y satisfacción laboral.
• Ofrecer los programas de PST a todas las personas de la empresa independientemente de su cargo o posición dentro de la misma, fomentando así la justicia social.
• Fomentar el carácter inclusivo de los programas y adaptarlos a cada colectivo.
• Fortalecer la cooperación multisectorial y multidisciplinar.
• Fomentar la sostenibilidad de los programas de PST integrándolos en la gestión y organización de la empresa u organización.